El Tai Chi, cuya traducción literal es "mano vacía", es un arte marcial de origen chino, pertenece al grupo de las Artes internas, pero su objetivo va mucho más allá del mero ejercicio físico. Durante el aprendizaje se busca fortalecer al individuo bajo tres aspectos: el físico, el mental y el emocional.
Estos tres aspectos se encuentran en cada instante de la práctica y junto a una suave respiración abdominal logran armonía, equilibrio y bienestar. En niveles avanzados de práctica, el Tai Chi es utilizado como defensa personal al transferir la energía o Chi, al oponente con movimientos suaves pero enérgicos.
Si hay algo que diferencia al Tai Chi de otras Artes es el hecho de que puede realizarse sin importar el estado físico. No se necesita una resistencia especial para realizarlo, incluso personas de edad avanzada sin ninguna actividad física previa, pueden comenzar a practicarlo cada uno dentro de sus posibilidades.
El Tai Chi es conocido por las secuencias de movimientos que realizan sus practicantes y que se caracterizan por la unión de la conciencia y el movimiento corporal, la lentitud, la flexibilidad, la circularidad, la continuidad, la suavidad, la firmeza, y el sentimiento de armonía que transmiten. Muchos llaman al Tai Chi Meditación en Movimiento. Es un método efectivo para mantener un cuerpo saludable y longevo. Una gran cantidad de la población en China lo practica diariamente en los parques antes de iniciar su jornada y es considerado como parte de la medicina tradicional china.
El Tai Chi desde el punto de vista terapéutico, busca prevenir la enfermedad, mantener las defensas del cuerpo; reforzar su energía (Chi) y evitar los desequilibrios que nos producen diariamente la sociedad en la que vivimos.
Todo el cuerpo se involucra y esto ayuda a mantener un buen estado de salud general. Previene la deficiencia renal, beneficia los sistemas nervioso, respiratorio, digestivo y circulatorio. Mantiene en buenas condiciones los huesos, se flexibilizan las articulaciones, los músculos se tonifican y los ligamentos se hacen más elásticos.
Por otra parte a través de la constancia en la práctica se logra prevenir y mejorar los estados de angustia, ansiedad y depresión, siendo esta técnica un buen complemento del tratamiento psicológico.
“La práctica de Tai Chi reduce hasta un 48 por ciento el riesgo de caídas en personas mayores con osteoporosis”. Así lo señala la doctora Esther Pagés, médica adjunta de la Sección de Rehabilitación Osteoarticular del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona.
Ella explica, además, que la práctica de esta disciplina actúa de forma beneficiosa en dos aspectos importantes: sobre la prevención de caídas, ya que el Tai Chi mejora la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio, que son factores intrínsecos de los individuos directamente relacionados con las caídas; y sobre la prevención de fracturas, ya que las personas que practican Tai Chi consiguen una mayor densidad mineral ósea , con lo que la posibilidad de fractura, incluso si se produce una caída, también es menor.
Cada año, se registran en España alrededor de 33.000 casos de fracturas de cadera relacionadas con la osteoporosis y, “aunque se ha progresado mucho en el tratamiento -indica la Dra. Pagés-, hay que seguir considerando este proceso como un acontecimiento grave en la vida del paciente osteoporótico mayor de 65 años”.
Las fracturas de cadera son el indicador internacional de la osteoporosis, porque están directamente relacionadas con la densidad mineral ósea baja, cuesta más repararlas y son las que provocan una mayor discapacidad.
El doctor Antonio Hernández Royo, presidente de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), señala que se calcula que dos millones de mujeres y 750.000 hombres padecen osteoporosis en el país europeo, una enfermedad esquelética caracterizada por una disminución progresiva de la masa ósea que produce un aumento de la fragilidad en el hueso, con el consiguiente incremento de riesgo de fractura.
“Con estos datos -añade-, puede decirse que una de cada cuatro mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis. En España, una de cada tres mujeres mayores de 80 años sufrirá una fractura de cadera. También el 14 por ciento de todas las mujeres tendrá una fractura de cadera”.
Regeneración de la movilidad
El Tai Chi es una antigua forma de ejercicio de origen chino en el que se desarrolla especialmente la coordinación y el control del equilibrio mediante giros suaves y armónicos que a veces recuerdan los movimientos de algunos animales.
Es por eso que la empresa farmacéutica Novartis comenzó este mes en España una campaña para difundir e incentivar la práctica del Tai Chi en las personas mayores, especialmente entre las mujeres, enfocándose en la comunidad médica que atiende a estos grupos.
“El objetivo de esta campaña -señala el Dr. Jordi Iborra, responsable del Área Terapéutica de la División de Salud de la Mujer de Novartis- es dar a conocer el Tai Chi a los médicos especialistas en medicina física y rehabilitación como una alternativa de prevención y un instrumento más a su disposición”.
“Las personas que practican Tai Chi -señala el maestro de Tai Chi Carlos Moreira, del Instituto de Wu-Shu- toman conciencia de su cuerpo, con lo que logran entenderlo mejor, mantienen mejor el equilibrio y, a la vez, corrigen errores posturales”.
Moreira añade que “el Tai Chi tiene un importante valor en la regeneración muscular y en la rehabilitación de las algias vertebrales, ya que todo el ejercicio se realiza sobre el eje de la columna vertebral manteniendo el equilibrio con el suelo, lo que ayuda al correcto funcionamiento de los músculos y de las vértebras”.
La osteoporosis es más frecuente en personas mayores, especialmente en las mujeres, las cuales tienen una mayor tendencia a caer por el peor equilibrio y, por tanto, a tener más fracturas; los y las pacientes con fracturas, una vez hayan recibido el tratamiento por el traumatólogo, continúan sus cuidados en los servicios de rehabilitación.
El interés de la rehabilitación en pacientes con osteoporosis radica en que muchas de las consecuencias de esta enfermedad pueden ser tratadas con tratamiento médico-rehabilitador, sobre todo las complicaciones de fracturas y el riesgo de nuevas caídas.
“Por sus diferentes efectos sobre el organismo, todas las personas pueden beneficiarse de la práctica de Tai Chi como ejercicio físico”, añade el especialista. En el caso de las caídas y fracturas, las personas que más se pueden beneficiar son las mayores, incluso las de más edad avanzada.
“Se trata de un ejercicio aeróbico de bajo-moderado impacto -aclara la doctora Pagés-, con efectos beneficiosos en general (respiratorios, cardiovasculares, musculares, inmunes y de salud mental), por lo que es recomendable para numerosas condiciones y para individuos y pacientes tanto jóvenes como de edades avanzadas”.
En cuanto a los y las pacientes con osteoporosis, la práctica de Tai Chi es especialmente recomendable para mantener o mejorar la masa ósea y, en general, también lo es en las personas mayores de 65 años para evitar las caídas.
Para que se produzca una fractura por una caída, habitualmente es necesario un segundo factor: la fragilidad del hueso, producida por la pérdida de calcio. Por eso, las personas con fragilidad en los huesos como en la osteoporosis, con una caída menor pueden sufrir una fractura. “De hecho -añade esta especialista- la causa más frecuente de fracturas en el anciano es la caída casual”.
Las mujeres en etapa posmenopáusica son el grupo de población más afectado, debido fundamentalmente a las alteraciones hormonales de este período. Así, el déficit de estrógenos en esta etapa de la vida acelera la enfermedad considerablemente.
La herramienta ideal para luchar contra la osteoporosis es la prevención desde la infancia, intentando conseguir un pico máximo de masa ósea hacia los 30 años, mediante una ingesta adecuada de calcio, ya que es a partir de esa edad cuando los huesos empiezan a debilitarse tanto en hombres como en mujeres.
Sin embargo, los datos reflejan que en la actualidad la prevención no es la adecuada. Por ello, los especialistas recomiendan que en la etapa previa a la menopausia el consumo total de calcio sea de 1.000 mg/día y de 1.500-2.000 mg/día en la posmenopáusica.
Al déficit de calcio se une también en esta etapa de la vida la carencia de cantidades suficientes de vitamina D, que habitualmente se adquiere a través de la dieta y mediante la exposición solar y que juega un papel fundamental en la absorción intestinal del calcio, además de ayudar a la mineralización normal del hueso.
Por lo enunciado anteriormente el Tai Chi puede ser una técnica terapéutica alternativa para todas las personas y especialmente para aquellas que necesiten cultivar el cuerpo con una gimnasia no agresiva.
... Algo mas para tener en cuenta ... consultar con medico de cabecera ... Gracias a Laboratoria Novartis , por la informacion ... दंनाज़क / Danna Zak.
1 comentario:
Visitar tu blog resulta enriquecedor. Es plenamente espiritual
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